5 CONSEJOS PARA EVITAR EL DOLOR DE ESPALDA

1- Cuida la postura
Cualquier posición que mantengas durante mucho tiempo puede ser dañina para tu espalda.
Si trabajas todo el día parado o sentado en la oficina es muy posible que sufras dolor de espalda.
Más aún si hacés home office, porque supone que te muevas menos y porque no contás con sillas y escritorios ergonómicos.
Por eso, el primero de los consejos es cuidar la postura.
Se recomienda que hagas pequeños descansos, te muevas y cambies de posición.
Frente a la compu, procurá que la parte superior de la pantalla esté a la altura de los ojos.
Si lo ves necesario, poné unos libros o un soporte que eleve la pantalla para no curvar la espalda ni mirar hacia abajo.
Es muy importante que la espalda se mantenga apoyada en el respaldo de la silla y los pies, en el suelo

2- Fortalece tu musculatura para prevenir el dolor de espalda
La práctica de ejercicio de fortalecimiento de los músculos de la espalda no solo previene molestias, sino que mejora el dolor crónico de la espalda. Tal vez pienses que, si estás sufriendo un episodio de lumbalgia, lo mejor sea el reposo. Error.
El reposo absoluto está recomendado únicamente al principio de un episodio de lumbalgia. Después, lo conveniente es hacer vida normal, sin engordar ni realizar movimientos bruscos.
Si se abusa del reposo lo único que se consigue es perder musculatura, así los musculos se atrofian. Precisamente, cuando sufres un dolor de espalda, es cuando más necesitas tener tu espalda fuerte y tonificada.
Entonces, para prevenir el dolor de espalda es imprescindible que camines y te metas en la pileta. La práctica de natación o ejercicios en el agua es prioritario.

3- Cuidá la espalda también cuando dormís
Pueden aparecer dolores de espalda cuando te levantas de la cama.
Tal vez se deba a que tu colchón tiene muchos años o que la almohada es demasiado alta.
Estar atento a esto es básico para prevenir el dolor de espalda.
La postura cuando dormís es fundamental.
Las más adecuadas son aquellas que te permiten apoyar toda la columna vertebral.
La posición fetal es ideal para dormir, es decir, acostarse de costado con las caderas y rodillas flexionadas y con el cuello y cabeza alineados con el resto de la columna.
Esta postura permite que las articulaciones de la columna se extiendan.
Para ayudarte, colocá una almohada entre las piernas para mantener las caderas, la pelvis y la columna alineadas.
Dormir boca arriba también es ideal, no obstante ponete una almohada debajo de las rodillas, así se elimina el arco de la zona lumbar, por lo tanto, la espalda queda totalmente apoyada en la cama, reduciendo las molestias.
Intentá evitar dormir boca abajo, esta es sin duda la peor postura para dormir.

4- Mantené un peso adecuado
Un peso elevado provoca una mayor tensión en los músculos de la espalda y, por lo tanto, tienen mayor predisposición a padecer dolores en la zona lumbar.
Un ejemplo muy evidente es el caso de las mujeres embarazadas, cuyo aumento de peso abdominal provoca molestias sobre todo en el último trimestre de la gestación.

5- Aprendé a relajarte 
El estrés influye directamente en nuestras cervicales y lumbares. Por eso es esencial evitar que se acumule tensión en los músculos, especialmente en los del cuello. Para evitarlo, además del ejercicio físico, también podés practicar técnicas de relajación y estiramientos:
Practicar pilates/yoga te puede ayudar mucho